El nuevo puente de Astiñene sigue su construcción. Ayer se colocó una segunda gran pieza entre el estribo del puente en la orilla más próxima a Riberas de Loiola y la pila colocada en el río. Se trata de una pieza de casi 67 toneladas de peso que fue colocada por una grúa y una operación de ensamblaje supervisada al milímetro por técnicos de la empresa adjudicatario y del departamento municipal de Proyectos Urbanos.
La concejala Duñike Agirrezabalaga señaló in situ que “todo ha salido como estaba previsto y la pieza se ha soldado ya en su sitio. Queda ahora colocar el vano central del puente que unirá las dos partes ya colocadas. Será una operación que se desarrollará a finales de este mes y que se llevará a cabo en dos partes, primero uno de los lados y días después el otro.”
Tras esa operación se acometerá la construcción del tablero del puente, por el que discurrirá el tráfico rodado, y las piezas que sujetarán las aceras y el bidegorri. Está previsto, si todo va bien, que el puente esté terminado para verano.
Es el primer puente curvo de la ciudad. Tiene una longitud de 74,7 metros y una anchura de 17 metros. Tras su apertura se procederá a eliminar el actual puente de Astiñene.